Una cámara anecoica o anecoide es una sala especialmente diseñada para absorber el sonido que incide sobre las paredes, el suelo y el techo de la misma cámara, anulando los efectos de eco y reverberación del sonido.
El sonido es en realidad una onda que transmite energía mecánica a través de un medio material como un gas, un líquido o un objeto sólido. De este modo, cuando una onda de sonido incide sobre una superficie se da un efecto de reflexión. En la naturaleza se da este fenómeno en todo entorno, salvo en el vacío, donde el sonido no se puede transmitir. En cualquier medio por el que el sonido se propague, se dan la reflexión y la absorción y como fruto de ellas se dan los efectos de reverberación y eco.
Diseño de la cámara anecoica
La sala anecoica está diseñada para reducir, en la medida de lo posible, la reflexión del sonido: las cámaras anecoicas están aisladas del exterior y constan de unas paredes recubiertas con cuñas en forma de pirámide con la base apoyada sobre la pared, construidas con materiales que absorben el sonido y aumentan la dispersión del escaso sonido que no se absorbe. Entre estos materiales están la fibra de vidrio o espumas.
Cámaras anecoicas de radiofrecuencia
Además de las cámaras acústicas, las cámaras anecoicas de radiofrecuencia son recintos con un blindaje metálico en sus paredes, a manera de una jaula de Faraday y forradas con material absorbente de radiofrecuencia en su interior (distinto al material absorbente acústico), a fin de aislar de interferencia externa y simular condiciones de espacio libre en el interior, dichas cámaras de RF tienen múltiples aplicaciones en el campo de las telecomunicaciones, utilizándose para llevar a cabo la medición de parámetros involucrados en comunicaciones móviles, fijas, satelitales o incluso aeronáuticas; mediciones comunes son la tasa de absorción específica de los terminales móviles, o el diseño y caracterización de elementos radiantes tales como antenas y dipolos.
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